Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.

Génesis 47:9

Faithy explica

En su encuentro con Faraón, Jacob ofrece una reflexión conmovedora sobre su vida. Describe sus 130 años como una peregrinación, un término que sugiere un viaje con un propósito espiritual. Esta elección de palabras subraya la naturaleza transitoria de la existencia humana y la comprensión de que la vida es un pasaje en lugar de un estado permanente. Jacob reconoce que su vida ha estado marcada por desafíos y dificultades, pero también entiende que forma parte de una narrativa más amplia que incluye a sus antepasados. Al comparar sus años con los de sus padres, Jacob expresa un sentido de humildad y continuidad, reconociendo que, aunque su vida ha sido dura, es parte de una historia mayor. Este encuentro con Faraón no solo destaca las luchas personales de Jacob, sino que también sirve como un recordatorio del legado y la fe perdurables que él lleva adelante. Nos anima a ver nuestras propias vidas como parte de un viaje más grande, lleno de pruebas y bendiciones, y a encontrar significado y propósito en el camino que recorremos.