Esteban se presenta ante el Sanedrín, enfrentando serias acusaciones de blasfemia. La pregunta del sumo sacerdote, "¿Es esto así?", inicia un momento crucial en la historia de la iglesia cristiana primitiva. La respuesta de Esteban no es simplemente una defensa, sino un profundo sermón que traza la fidelidad de Dios a lo largo de la historia de Israel. Él enfatiza cómo el plan de Dios se desarrolla a través de los patriarcas, Moisés y los profetas, conduciendo a la venida de Jesús. El discurso de Esteban subraya la continuidad del pacto de Dios y desafía la comprensión del consejo sobre la presencia y la obra de Dios. Su testimonio es una proclamación audaz de fe, demostrando el poder transformador del Espíritu Santo. Este momento ejemplifica el valor y la sabiduría que los creyentes están llamados a exhibir, incluso cuando enfrentan persecución. La fe inquebrantable de Esteban y su capacidad para articular la verdad de Dios sirven como un ejemplo perdurable para que los cristianos se mantengan firmes y den testimonio del evangelio, sin importar las circunstancias.
La historia de Esteban anima a los creyentes a confiar en la soberanía de Dios y a estar listos para compartir su fe con valentía y claridad, sabiendo que Dios está con ellos.