El Salmo 151 no se encuentra en la mayoría de las Biblias cristianas, incluyendo la Nueva Versión Internacional (NVI), ya que es considerado un texto apócrifo. Sin embargo, está presente en algunas versiones de la Septuaginta, la traducción griega de la Biblia hebrea, y es aceptado por la Iglesia Ortodoxa. Este salmo es tradicionalmente atribuido a David y refleja su vida, comenzando desde sus humildes orígenes como pastor hasta su ascenso al trono de Israel, gracias a la unción divina.
El salmo enfatiza temas de humildad y favor divino, mostrando cómo Dios elige a los menos esperados para cumplir sus planes. La historia de David es un poderoso recordatorio de la importancia de la fe y la confianza en la dirección de Dios, incluso en momentos de incertidumbre. Aunque no sea parte del canon bíblico estándar, este salmo resuena con temas universales de la fe cristiana, como la providencia divina y el llamado transformador de Dios en nuestras vidas.