El discurso de Esteban en Hechos 7 es un poderoso relato de la historia de Israel, comenzando con el llamado de Dios a Abraham. Al dirigirse al consejo como "hermanos y padres", Esteban muestra respeto y busca un terreno común. Les recuerda que el Dios de la gloria, un término que significa la majestad y santidad de Dios, inició una relación con Abraham. Esta relación comenzó en Mesopotamia, ilustrando que la presencia y las promesas de Dios no están confinadas a ubicaciones geográficas. El viaje de fe de Abraham comenzó antes de que llegara a Harrán, destacando el papel proactivo de Dios en guiar a Su pueblo.
La referencia de Esteban a Abraham sirve para recordar a sus oyentes su herencia compartida y la fidelidad de Dios a lo largo de la historia. También establece el escenario para su argumento más amplio de que la obra de Dios no está limitada al templo o a la tierra de Israel. Este mensaje anima a los creyentes a reconocer la presencia y la guía de Dios en sus propias vidas, independientemente de sus circunstancias, y a confiar en Su plan general para la humanidad.