En el desierto, los israelitas enfrentaron una crisis cuando fueron mordidos por serpientes venenosas. Dios instruyó a Moisés para que hiciera una serpiente de bronce y la levantara en un asta. Cualquiera que fuera mordido podía mirar a la serpiente de bronce y sanar. Esta narrativa enfatiza la importancia de la fe y la obediencia. Los israelitas debían confiar en el método inusual de Dios para su sanación, lo que requería que miraran a la serpiente de bronce. Este acto de mirar era una expresión de fe en la promesa y provisión de Dios.
La serpiente de bronce también sirve como un poderoso símbolo de salvación y redención. Anticipa la enseñanza del Nuevo Testamento sobre mirar a Cristo para la salvación. Así como los israelitas fueron sanados al mirar a la serpiente de bronce, los cristianos creen que la salvación viene a través de la fe en Jesucristo. Esta historia recuerda a los creyentes la necesidad de fe y confianza en el plan de Dios, incluso cuando parece poco convencional. Nos anima a mirar a Dios en tiempos de dificultad, confiando en Su poder para sanar y salvar.