En el libro de Números, Dios ordena a Moisés que realice un censo de la comunidad israelita, organizándola por tribus y familias. Este versículo menciona específicamente a los líderes de las tribus de Efraín y Manasés, que son los hijos de José. Elíser hijo de Aminadab representa a la tribu de Efraín, mientras que Gamaliel hijo de Pedahzur representa a la tribu de Manasés. Estos líderes fueron elegidos para ayudar a Moisés y Aarón en la administración y organización del pueblo mientras se preparaban para su viaje por el desierto.
La mención de estos líderes subraya la importancia de la estructura y el liderazgo dentro de la comunidad. Cada tribu tenía su propio líder, reflejando la necesidad de orden y responsabilidad entre el pueblo. Esta organización era crucial para mantener la unidad y asegurar que cada tribu pudiera contribuir al bienestar colectivo de la nación. El pasaje ilustra cómo cada individuo y grupo tiene un papel que desempeñar en la comunidad más grande, y cómo un liderazgo efectivo puede guiar y apoyar el viaje de la comunidad hacia sus metas.