El grito de Jesús desde la cruz, "Eloi, Eloi, lema sabachthani?", es una expresión conmovedora de su sufrimiento y una cita directa del Salmo 22:1. Este momento captura la profundidad de su experiencia humana, sintiéndose abandonado mientras carga con los pecados del mundo. Resalta el profundo misterio de la dualidad de Jesús como totalmente divino y totalmente humano. Aunque experimenta el peso de la separación de Dios, este grito no es uno de desesperación, sino más bien un cumplimiento de la profecía, señalando los Salmos que, en última instancia, terminan en esperanza y vindicación.
Esta expresión de abandono resuena con cualquiera que se haya sentido distante de Dios, recordándonos que Jesús comprende nuestras luchas más profundas. Sin embargo, también nos asegura la presencia de Dios, incluso en el silencio o el sufrimiento. El grito desde la cruz es un poderoso recordatorio del costo de la redención y la profundidad del amor de Dios por la humanidad, invitando a los creyentes a confiar en el plan de Dios, incluso cuando parece oculto. Anima a reflexionar sobre el misterio de la cruz y la esperanza que sigue en la resurrección.