La pregunta de Pilato, "¿Qué es la verdad?", es un momento profundo en el juicio de Jesús. Captura la esencia de un debate atemporal sobre la naturaleza de la verdad. Pilato, un gobernador romano, se enfrenta a la decisión de qué hacer con Jesús, quien ha sido presentado ante él por los líderes judíos. A pesar de su autoridad, Pilato parece incierto y quizás incluso cínico acerca del concepto de verdad. Su pregunta puede verse como retórica, reflejando una visión escéptica de que la verdad es subjetiva o esquiva.
En este diálogo, el contraste entre Jesús, que encarna la verdad, y las maquinaciones políticas de la época es evidente. Pilato reconoce la inocencia de Jesús, pero no puede actuar en base a esta verdad debido a las presiones políticas y al miedo a disturbios. Este escenario invita a los lectores a considerar cuántas veces se compromete la verdad ante el poder y la conveniencia. Desafía a los creyentes a buscar y defender la verdad, incluso cuando resulta inconveniente o arriesgado. El pasaje fomenta una exploración más profunda de lo que significa vivir según la verdad en un mundo donde a menudo se ve oscurecida por agendas personales y políticas.