Rubén, el primogénito de Jacob, se interpone para evitar que sus hermanos cometan un asesinato contra José. Motivados por los celos y la ira, los hermanos de José inicialmente planean matarlo. Sin embargo, Rubén sugiere una alternativa: arrojar a José a una cisterna, con la intención de rescatarlo más tarde y devolverlo a su padre, Jacob. Este plan revela el conflicto interno de Rubén y su intento de equilibrar su lealtad hacia sus hermanos con su brújula moral.
La intervención de Rubén es un momento crucial que subraya la complejidad de las relaciones familiares y el poder de la misericordia. Al elegir una opción menos violenta, Rubén demuestra un atisbo de esperanza y humanidad en medio de las oscuras intenciones de sus hermanos. Sus acciones nos recuerdan la importancia de defender lo que es correcto, incluso cuando es un desafío. Esta narrativa invita a los lectores a reflexionar sobre sus propias acciones y considerar cómo pueden ser agentes de paz y reconciliación en sus propias vidas, enfatizando el valor de la compasión y el coraje para actuar contra la injusticia.