La vida de Arphaxad y sus descendientes son parte del registro genealógico que conecta las generaciones desde Noé hasta Abraham. Esta genealogía es significativa ya que muestra la continuidad de la promesa de Dios a la humanidad a través de la línea de Sem, el hijo de Noé. Arphaxad, cuyo nombre significa 'luz brillante', es mencionado en un contexto donde la humanidad estaba comenzando a multiplicarse y a poblar la tierra después del diluvio. Su vida, que abarca 35 años hasta el nacimiento de Sala, refleja el crecimiento de las familias y la expansión de la humanidad en el plan divino.
La mención de otros hijos e hijas de Arphaxad simboliza la proliferación de familias y el desarrollo de la humanidad en la tierra. Este crecimiento es parte del plan divino, mostrando cómo cada generación desempeña un papel en la historia en desarrollo del pueblo de Dios. Las genealogías en Génesis no solo sirven como registros históricos, sino también como un testimonio de la fidelidad de Dios en preservar y guiar a Su pueblo a través de las edades. Nos recuerdan la interconexión de la humanidad y la importancia de la familia y la herencia en la narrativa general de Dios.