En el contexto de la revuelta macabea, Eleazar y Jonathan son dos de los cinco hijos de Mattatías, un sacerdote judío que inició la rebelión contra la imposición de prácticas helenísticas por parte del Imperio seléucida. Eleazar, conocido como Avaran, y Jonathan, apodado Apphus, son mencionados con sus sobrenombres, que podrían haber sido dados en función de sus rasgos personales o acciones notables. Aunque los nombres no se explican en detalle en este versículo, sugieren una identidad más profunda dentro de su familia y comunidad.
La mención de estos hijos subraya el tema de la unidad familiar y la lucha colectiva por la libertad religiosa. Los macabeos son celebrados por su valentía y determinación para preservar su fe y tradiciones frente a presiones externas. Este versículo, aunque breve, forma parte de una narrativa más amplia que inspira a los creyentes a permanecer firmes en sus convicciones y a apoyarse mutuamente en la búsqueda de la justicia y la rectitud. Resalta la importancia del papel de cada individuo en una misión mayor, fomentando la unidad y la perseverancia ante la adversidad.