La unción de Salomón como rey es un evento crucial en la historia de Israel. El sacerdote Sadoc, una figura religiosa clave, realiza la unción con aceite de la tienda sagrada, enfatizando la aprobación divina y la naturaleza sagrada del reinado de Salomón. La unción con aceite es una práctica tradicional que significa consagración y el apartar a un individuo para un propósito santo. Este acto no es solo un movimiento político, sino también espiritual, indicando que el liderazgo de Salomón está bajo la autoridad de Dios.
El sonido de la trompeta es una forma tradicional de anunciar eventos significativos, y sirve para reunir al pueblo y enfocar su atención en esta ocasión trascendental. El grito del pueblo de "¡Viva el rey Salomón!" es una expresión de su apoyo y esperanza para su reinado. Resalta el aspecto comunitario del liderazgo, donde el líder es respaldado por el pueblo y, a su vez, les sirve. Este pasaje nos recuerda la importancia de buscar la guía divina en el liderazgo y el poder de la comunidad en afirmar y apoyar a los líderes.