Juan recibe un mandato claro de escribir la visión que ha recibido. Esta instrucción enfatiza la importancia de documentar las revelaciones espirituales, asegurando que se conserven para las generaciones futuras. La frase "las cosas que has visto, las que son y las que han de ser después de estas" sugiere un alcance integral, que abarca experiencias pasadas, realidades actuales y eventos futuros. Esto refleja la naturaleza atemporal del mensaje de Dios, que sigue siendo relevante a través de diferentes épocas y circunstancias.
El versículo sirve como un recordatorio de que el plan de Dios se está desarrollando continuamente y que los creyentes están llamados a ser conscientes y responder a ello. Al registrar estas revelaciones, Juan proporciona un recurso valioso para entender la voluntad y el propósito de Dios. Este acto de escribir no es solo para el beneficio de Juan, sino para la edificación y orientación de todos los que lean estas palabras. Anima a los cristianos a ser diligentes en observar y compartir percepciones espirituales, fomentando una conexión más profunda con lo divino y entre ellos.