Las hijas de Zelofehad, mencionadas en este pasaje, son un ejemplo notable de fe y obediencia en la Biblia. Se acercaron a Moisés con la preocupación sobre su herencia, ya que su padre había fallecido sin un heredero masculino. Dios instruyó a Moisés para que les concediera el derecho a heredar la tierra de su padre, estableciendo un precedente para las leyes de herencia en Israel. Este versículo destaca su cumplimiento con el mandato de Dios, demostrando su confianza en la justicia y sabiduría divina.
Su historia es significativa porque muestra cómo Dios escucha las preocupaciones de su pueblo y proporciona soluciones justas y equitativas. También ilustra la importancia de seguir las instrucciones de Dios, ya que estos mandatos están diseñados para asegurar la equidad y la armonía dentro de la comunidad. La disposición de las hijas para actuar de acuerdo con la guía de Dios es un testimonio de su fe y valentía, sirviendo como un ejemplo para que los creyentes sigan la voluntad de Dios, incluso cuando esto requiere adentrarse en situaciones desconocidas o desafiantes. Esta narrativa nos anima a buscar la dirección de Dios en nuestras vidas y a confiar en que sus mandatos son para nuestro bien último.