El mandato de Dios a Moisés de tomar venganza contra los madianitas responde a un incidente anterior en el que los madianitas, a través del consejo de Balaam, llevaron a los israelitas al pecado, incitándolos a la idolatría y la inmoralidad. Esta acción significó una grave ruptura en la relación de pacto entre Dios y Su pueblo, lo que resultó en una plaga con efectos devastadores para los israelitas. La llamada a la venganza no se trata de un rencor personal, sino de un acto de justicia divina, que busca corregir las injusticias y restaurar la santidad entre el pueblo de Israel.
Además, esta instrucción también señala el cercano final del liderazgo de Moisés. La frase "después de esto serás recogido a tu pueblo" indica que la misión de Moisés está casi completa. Esta expresión refleja la comprensión bíblica de la muerte como unirse a los antepasados, sugiriendo una transición pacífica después de cumplir con el propósito divino. Este pasaje subraya los temas de justicia, retribución divina y la culminación de una misión otorgada por Dios, recordando a los creyentes la importancia de la fidelidad y la obediencia a los mandatos de Dios.