En este momento, Dios se dirige directamente a Moisés, Aarón y Miriam, llamándolos al tabernáculo de reunión. Este es un evento significativo, ya que el tabernáculo de reunión es un lugar donde la presencia de Dios se manifiesta de manera especial, y donde se toman decisiones e importantes comunicaciones. Al convocar a los tres, Dios resalta la gravedad de la situación, que involucra una disputa entre los hermanos. Este llamado al tabernáculo sirve como recordatorio de que Dios siempre está consciente de nuestras acciones y que desea guiarnos hacia la reconciliación y la comprensión.
El tabernáculo de reunión simboliza la disposición de Dios para estar presente con Su pueblo, para guiarlos y hacerlos responsables. Es un lugar de encuentro divino donde las preocupaciones humanas se presentan ante Dios. Este pasaje anima a los creyentes a estar abiertos a la guía de Dios y a buscar Su sabiduría al resolver conflictos. También enfatiza la importancia de la humildad y la disposición a escuchar cuando Dios nos llama a rendir cuentas por nuestras acciones. A través de esto, aprendemos el valor de buscar la presencia de Dios en nuestras vidas, especialmente en tiempos de desacuerdo o incertidumbre.