En este versículo, se registra el número de hombres de Betigbaí que regresaron a Jerusalén después del exilio babilónico, sumando un total de 128. Este censo forma parte de una lista más amplia que Nehemías compiló para documentar a aquellos que volvieron con el propósito de reconstruir Jerusalén y el templo. El regreso del exilio fue un momento crucial para el pueblo judío, simbolizando la renovación de su pacto con Dios y la restauración de su comunidad. Cada persona mencionada en este censo desempeñó un papel vital en el esfuerzo colectivo por restaurar su tierra.
La mención de Betigbaí, que refleja la conexión con sus raíces, es fundamental para mantener su identidad y tradiciones de fe. Este versículo nos recuerda la importancia de la comunidad y el poder de la acción conjunta para superar la adversidad. También habla de la esperanza y la determinación del pueblo para reconstruir sus vidas y su fe, confiando en las promesas y la guía de Dios.