En este versículo, Jesús habla a sus discípulos sobre el cumplimiento de eventos proféticos. Les asegura que la generación a la que se dirige será testigo del desarrollo de estos acontecimientos. Esta afirmación subraya la certeza y fiabilidad de las palabras de Jesús, ya que enfatiza que lo que ha predicho realmente sucederá. El contexto de esta seguridad se encuentra en un discurso más amplio donde Jesús describe diversas señales y sucesos que conducen a eventos escatológicos significativos.
La frase "esta generación" ha sido objeto de mucha discusión, con interpretaciones que varían desde la generación inmediata de la época de Jesús hasta una comprensión simbólica de un grupo futuro de personas. Independientemente de la interpretación, el mensaje central permanece: las palabras de Jesús son dignas de confianza, y el plan de Dios se está desarrollando según el tiempo divino. Este versículo llama a los creyentes a vivir con un sentido de urgencia y preparación, manteniendo la fe y la vigilancia mientras anticipan el cumplimiento de las promesas de Dios. Sirve como un recordatorio para centrarse en la preparación espiritual y confiar en la firmeza de la palabra de Dios.