En este pasaje, se nos presenta la formidable fuerza militar de Holofernes, el general asirio, mientras se prepara para sitiar a los israelitas. El texto especifica que sus fuerzas incluían 120,000 soldados de infantería y 12,000 de caballería. Este ejército masivo ilustra el desafío abrumador que enfrentaban los israelitas, quienes estaban en gran desventaja numérica y militar. La mención del tren de equipaje y de hombres adicionales que lo acompañaban resalta la complejidad logística y la magnitud de la operación. Este detalle no solo enfatiza la amenaza militar, sino que también establece el escenario para la narrativa dramática que sigue, donde se pone a prueba la fe y la resiliencia de los israelitas.
Las probabilidades abrumadoras contra los israelitas sirven como un poderoso telón de fondo para los temas de fe, confianza en Dios e intervención divina. La historia de Judit, que se desarrolla en capítulos posteriores, se convierte en un testimonio de la creencia de que con fe y valentía, incluso los enemigos más poderosos pueden ser superados. Este pasaje invita a los lectores a reflexionar sobre el poder de la fe ante desafíos aparentemente insuperables, fomentando la confianza en la providencia divina y la fortaleza que proviene de la unidad y la creencia.