En este momento crucial, los israelitas se reúnen en Silo, un lugar significativo en su travesía. Silo se convierte en el primer gran centro religioso en la Tierra Prometida, donde se establece el tabernáculo. Este tabernáculo, también conocido como la Tienda de Reunión, sirve como un lugar terrenal portátil de morada de Dios entre los israelitas, simbolizando Su presencia y guía. Su instalación en Silo indica un cambio de su estilo de vida nómada a asentarse en la tierra que Dios les prometió.
La reunión en Silo representa un momento de unidad para los israelitas, ya que consolidan su control sobre la tierra. Subraya la importancia de tener un lugar central de adoración y administración, lo que ayuda a mantener su vida espiritual y comunitaria. Este acto también refleja su reconocimiento de la soberanía de Dios y su dependencia de Su guía para el futuro. Al establecer el tabernáculo, reafirmaron su pacto con Dios, comprometiéndose a vivir según Sus mandamientos y a mantener su identidad como Su pueblo elegido.