En este versículo, Jesús habla a sus discípulos, destacando un cambio significativo en su relación. Al llamarlos amigos en lugar de siervos, enfatiza una conexión más profunda y personal. Los siervos generalmente siguen órdenes sin entender el panorama completo, pero los amigos están incluidos en los planes y pensamientos de sus compañeros. Jesús expresa que ha compartido con ellos la sabiduría y el conocimiento divino que recibió de Dios Padre. Este compartir conocimiento refleja una confianza y amor mutuos, invitando a los discípulos a una asociación en su misión.
Esta invitación a la amistad con Jesús es un poderoso recordatorio de la relación personal que los creyentes están llamados a tener con Él. Subraya la idea de que la fe no se trata solo de obediencia, sino de comprender y participar en la obra de Dios. Este mensaje es alentador y reconfortante, ya que muestra que Jesús valora a sus seguidores y desea una relación cercana y transparente con ellos. Anima a los creyentes a buscar una comprensión más profunda de la voluntad de Dios y a valorar la amistad que Cristo ofrece.