Jeremías está siendo llamado por Dios para ser profeta, y este versículo destaca la importancia de la preparación y el coraje en el cumplimiento de la misión divina. Dios instruye a Jeremías a prepararse, tanto mental como espiritualmente, para entregar Sus mensajes al pueblo. El mandato de "levántate" significa tomar una postura firme y ser resuelto ante los desafíos. Dios le asegura a Jeremías que no debe temer a las personas a las que se le envía a hablar, ya que el miedo podría socavar su misión. En cambio, Dios promete estar con él, brindándole la fuerza y el coraje necesarios para llevar a cabo sus deberes proféticos.
Este versículo habla de la experiencia cristiana universal de ser llamado a servir y la necesidad de confiar en el poder de Dios sobre el miedo humano. Anima a los creyentes a depender de la presencia de Dios y a hablar la verdad con valentía, sabiendo que Dios apoya a aquellos que son fieles a Su llamado. El mensaje es claro: cuando Dios nos llama a una tarea, también provee los medios para llevarla a cabo, instándonos a actuar con confianza y fe.