Así dice el Señor Dios: He aquí, yo alzaré mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi estandarte; y traerán en sus brazos a tus hijos, y en sus hombros los llevarán.

Isaías 49:22

Faithy explica

En esta declaración profética, Dios asegura a su pueblo que llegará un tiempo en el que llamará a las naciones para ayudar en la restauración de Israel. La imagen de un estandarte levantado es un símbolo poderoso de la autoridad y el mandato de Dios sobre las naciones. Significa una señal divina para la reunión de su pueblo, enfatizando que los planes de Dios trascienden fronteras e incluyen a toda la humanidad. La mención de los hijos e hijas siendo llevados por las naciones refleja un profundo sentido de cuidado y protección, sugiriendo que incluso aquellos que alguna vez estuvieron distantes jugarán un papel en el plan redentor de Dios. Esta promesa de restauración no se trata solo de un regreso físico, sino también de una renovación espiritual, donde el pueblo de Dios es traído de vuelta a una relación con Él. Sirve como un recordatorio de la fidelidad de Dios y su capacidad para cumplir sus promesas, ofreciendo esperanza y aliento a quienes se sienten dispersos o perdidos. El versículo subraya el tema de la intervención divina y el alcance global de la obra redentora de Dios, invitando a los creyentes a confiar en su plan soberano.