En medio de una severa hambruna, los hermanos de José viajaron a Egipto para comprar grano, sin saber que el oficial egipcio con el que trataban era su propio hermano, José, a quien habían vendido como esclavo años atrás. Al regresar a casa, descubrieron que la plata que habían utilizado para pagar el grano les había sido devuelta inexplicablemente. Este descubrimiento causó un gran temor entre ellos y su padre, Jacob, ya que temían ser acusados de robo. La plata devuelta era parte del plan de José para poner a prueba a sus hermanos y ver si habían cambiado desde su traición.
Este incidente subraya el tema de la providencia divina y las misteriosas maneras en que Dios puede obrar en nuestras vidas. También destaca el impacto de la culpa y las acciones pasadas no resueltas en nuestras experiencias presentes. El miedo de los hermanos no solo se refería a la posible acusación, sino que también era un reflejo de su conciencia culpable por la traición a José. Esta narrativa nos invita a considerar cómo Dios puede usar incluso nuestros errores y temores para llevar a cabo Sus propósitos mayores, animándonos a confiar en Su sabiduría y en Su tiempo.