El versículo de Esdras 2:3 forma parte de un registro detallado de los israelitas que regresaron a Jerusalén y Judá desde el exilio babilónico. Los descendientes de Parosh, que suman 2,172, son de los primeros mencionados en esta lista. Esta enumeración subraya la importancia de la familia y el linaje en la comunidad judía, así como el cuidado meticuloso para documentar a aquellos que participaron en el regreso.
El regreso del exilio fue un evento monumental en la historia judía, simbolizando no solo un retorno físico a su tierra natal, sino también una renovación espiritual y un compromiso renovado con su pacto con Dios. Cada familia listada representa una pieza del gran tapiz de la historia y el futuro de Israel. La mención de números específicos resalta la naturaleza organizada y colectiva de este regreso, enfatizando que cada individuo desempeñó un papel en la restauración de su sociedad. Este pasaje sirve como un testimonio de la fidelidad de Dios al preservar a su pueblo a través de tiempos difíciles y su provisión para que reconstruyan su comunidad y fe.