El versículo de Esdras 2:24 es una entrada breve pero significativa en una lista detallada de familias e individuos que regresaron a Jerusalén y Judá tras el exilio babilónico. Este versículo menciona a la familia de Ater, específicamente a través de Ezequías, con un total de 652 individuos. Esta enumeración es parte de una narrativa más amplia que enfatiza la restauración de la comunidad judía y su dedicación a restablecer su identidad religiosa y cultural en su tierra ancestral.
La lista de nombres y números puede parecer mundana, pero subraya el cumplimiento de la promesa de Dios de traer a su pueblo de regreso del exilio. También refleja la meticulosa conservación de registros que era esencial para mantener las identidades tribales y familiares, cruciales para la estructura social y religiosa de la época. Para los lectores modernos, este versículo puede inspirar una reflexión sobre la importancia de la comunidad, la herencia y la fidelidad de Dios en restaurar y sostener a su pueblo. Anima a los creyentes a valorar su herencia espiritual y a confiar en las promesas de Dios, incluso en tiempos de desplazamiento o incertidumbre.