En la detallada descripción del diseño del templo, las tallas de querubines y palmeras en las puertas del vestíbulo tienen un significado simbólico importante. Los querubines, a menudo representados como seres angelicales, son vistos tradicionalmente como guardianes de los lugares sagrados, enfatizando la santidad y la protección del templo. Su presencia en las puertas indica que este es un espacio apartado para encuentros divinos. Por otro lado, las palmeras simbolizan paz, victoria y vida eterna, sugiriendo que entrar en este espacio es como entrar en un reino de paz y triunfo divino.
El alero de madera en la parte frontal del pórtico añade al diseño estético y funcional, proporcionando refugio y una sensación de bienvenida. Este detalle arquitectónico no solo realza la belleza del templo, sino que también sirve como una metáfora del refugio y la protección que se encuentran en la presencia de Dios. La combinación de estos elementos en el diseño del templo invita a los adoradores a experimentar un sentido de asombro y reverencia, recordándoles la sacralidad del espacio y la presencia divina que habita en él.