En este versículo, observamos un momento de comunicación divina, donde Dios habla directamente a Moisés. Esta interacción subraya la relación personal que Dios busca tener con Su pueblo. A lo largo de la Biblia, Dios a menudo se comunica con Sus líderes elegidos para guiarlos y, a través de ellos, guiar a Su pueblo. Este caso particular es parte de una narrativa más amplia donde Dios está dirigiendo a los israelitas en su camino hacia la Tierra Prometida. Sirve como un recordatorio de que Dios no está distante o desinteresado; más bien, está profundamente involucrado en la vida de Sus seguidores, ofreciendo guía y sabiduría.
La simplicidad de la frase "el SEÑOR me dijo" lleva implicaciones profundas. Sugiere que Dios es accesible y está dispuesto a entablar conversación con aquellos que lo buscan. Para los creyentes de hoy, esto puede ser un aliento para cultivar una vida de oración, donde puedan escuchar la voz de Dios a través de las Escrituras, la oración y los impulsos del Espíritu Santo. También destaca la importancia de la obediencia y la confianza en el plan de Dios, ya que Sus palabras están destinadas a guiarnos hacia Sus propósitos para nuestras vidas.