El rey Asa de Judá demostró una visión estratégica y un liderazgo efectivo al utilizar los materiales abandonados de Ramá para fortalecer su propio reino. Baasa, el rey de Israel, había utilizado inicialmente estos recursos para fortificar Ramá, un lugar que representaba una amenaza para Judá. Sin embargo, cuando los esfuerzos de Baasa fueron frustrados, Asa aprovechó la oportunidad para reutilizar las piedras y la madera en sus propios proyectos defensivos. Al edificar Geba y Mizpá, Asa garantizó que Judá contara con posiciones fortificadas que pudieran protegerse de futuras incursiones.
Esta acción resalta la capacidad de Asa para convertir una amenaza potencial en una ventaja. Subraya la importancia de la adaptabilidad y la ingeniosidad en el liderazgo. La decisión de Asa de fortificar estos lugares estratégicos no solo mejoró la seguridad de Judá, sino que también demostró su compromiso con el bienestar de su pueblo. Este pasaje sirve como recordatorio del valor de la buena administración y las medidas proactivas en el liderazgo, animándonos a aprovechar al máximo los recursos y oportunidades que tenemos a nuestra disposición.