Y cuando los hijos de Jonatán oyeron que Simón había muerto, tomaron a su hermano Jonatán y lo llevaron a la ciudad de David.

1 Macabeos 9:53

Faithy explica

Durante períodos de inestabilidad política, los líderes a menudo recurrían a la toma de rehenes para asegurar la lealtad de las familias influyentes. Al retener a los hijos de hombres prominentes, un gobernante podía ejercer control sobre estas familias, ya que su cooperación era esencial para la seguridad de sus hijos. Esta táctica subraya la naturaleza precaria del liderazgo en tiempos de conflicto, donde la confianza era limitada y las dinámicas de poder cambiaban constantemente. La ciudadela en Jerusalén servía como un lugar seguro para tales rehenes, simbolizando tanto protección como control. Esta acción refleja el contexto histórico más amplio de la época, donde mantener la autoridad requería medidas estratégicas y, a veces, severas. También destaca los sacrificios personales y las difíciles decisiones que enfrentaban tanto las familias como los líderes, mientras navegaban por las complejidades de las alianzas políticas y las enemistades. La práctica de tomar rehenes era una estrategia común para asegurar el cumplimiento y disuadir la rebelión, ilustrando el delicado equilibrio de poder y el costo humano de la maniobra política.