Matatías, al final de su vida, se dirige a sus hijos, enfatizando la importancia de la unidad y la sabiduría en el liderazgo. Señala a Simón, uno de sus hijos, como un hombre de consejo, indicando que Simón posee la sabiduría y la perspicacia necesarias para guiar a la familia y a sus seguidores. Al aconsejar a sus hijos que escuchen a Simón como lo harían con un padre, Matatías no solo respalda el liderazgo de Simón, sino que también refuerza la idea de respetar y valorar la orientación sabia dentro de la familia y la comunidad. Este momento refleja el tema bíblico más amplio de buscar y valorar la sabiduría, así como la importancia de un liderazgo fuerte y unido en tiempos de lucha. Sirve como un recordatorio del papel de la familia y la comunidad en proporcionar apoyo y guía, y la importancia de elegir líderes que sean sabios y capaces.
La enseñanza de Matatías resuena en la necesidad de unidad y respeto por la sabiduría en momentos de crisis, recordándonos que, en la adversidad, la colaboración y el apoyo mutuo son esenciales para superar los desafíos.