Pablo aborda el complejo tema de la búsqueda de justicia por parte de Israel. A pesar de sus sinceros esfuerzos, muchos israelitas no lograron alcanzar la justicia que buscaban porque confiaron en sus propias obras y en la adherencia a la ley, en lugar de abrazar la fe en Cristo. Este versículo resalta una distinción entre los que son 'escogidos' y los que están 'endurecidos'. Los 'escogidos' se refieren a aquellos que han respondido al llamado de Dios y han recibido Su gracia, logrando la justicia que proviene de la fe. Este concepto subraya la creencia de que la salvación es un regalo de Dios, no algo que se gana por esfuerzo humano.
El endurecimiento de otros, mencionado en el versículo, sirve como un recordatorio serio de las consecuencias de rechazar la oferta de gracia de Dios. Enfatiza la importancia de estar abiertos al llamado divino y al poder transformador de la fe. Este pasaje anima a los creyentes a confiar en el plan de Dios y a buscar la justicia a través de una relación con Él, en lugar de simplemente adherirse a reglas o tradiciones. Invita a reflexionar sobre la naturaleza de la fe y el papel de la gracia divina en el camino hacia la realización espiritual.