Y si su padre no tiene hermanos, daréis su herencia a su pariente más cercano de su familia, y él la poseerá; y será a los hijos de Israel por estatuto de derecho, como Jehová mandó a Moisés.

Números 27:11

Faithy explica

En la antigua Israel, la tierra era una parte crucial de la identidad y estabilidad económica de una familia. Dios estableció un sistema para garantizar que la herencia de la tierra permaneciera dentro de la familia, incluso si un hombre no tenía herederos masculinos directos. Al dirigir que la herencia debía ir al pariente más cercano, la ley preservaba los lazos familiares y la estabilidad económica. Este enfoque evitaba la fragmentación de la tierra familiar y aseguraba que cada familia tuviera los medios para sustentarse. La ley también enfatizaba la importancia del apoyo comunitario y familiar, ya que requería que los parientes asumieran la responsabilidad de la tierra y el legado familiar. Esto refleja un principio bíblico más amplio de mayordomía y cuidado por la familia y la comunidad. El mandato de Dios a Moisés aseguraba que estas leyes no fueran solo soluciones temporales, sino que tuvieran fuerza de ley, demostrando la importancia de la justicia y el orden en la sociedad. Al mantener estas estructuras, los israelitas podían prosperar como comunidad, con cada familia teniendo un lugar seguro en la tierra que Dios les había dado.