En los primeros capítulos de Números, los israelitas se preparan para su travesía por el desierto, y se realiza un censo para organizar las tribus. Este versículo menciona específicamente a la tribu de Benjamín, que contaba con 35,400 hombres aptos para la guerra. El censo tiene múltiples propósitos: organiza al pueblo para el viaje, los prepara para posibles conflictos y establece un sentido de identidad y pertenencia dentro de cada tribu.
La tribu de Benjamín, aunque no es la más grande, es significativa en la historia de Israel. Esta enumeración resalta la importancia de cada tribu e individuo en el plan de Dios para Su pueblo. Refleja el tema bíblico más amplio de que cada persona y grupo tiene un papel que desempeñar, sin importar su tamaño o fuerza percibida. Este pasaje nos anima a reconocer el valor de la comunidad y las contribuciones de cada miembro, recordándonos que la unidad y la cooperación son esenciales para alcanzar objetivos compartidos. También habla de la importancia de la preparación y la organización en la búsqueda de nuestra misión colectiva.