En este pasaje, Jesús reconoce que su camino, que incluye su sufrimiento y muerte, forma parte del plan divino anunciado en las escrituras. Se refiere a sí mismo como el 'Hijo del Hombre', un título que enfatiza tanto su humanidad como su papel mesiánico. La frase 'como está escrito de él' indica el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento sobre el sufrimiento y sacrificio del Mesías.
Sin embargo, Jesús también pronuncia una grave advertencia al que lo traicionará, sugiriendo que el acto de traición es tan severo que hubiera sido mejor que el traidor nunca hubiera nacido. Esta declaración refleja la profunda tristeza y tragedia asociadas con la traición, enfatizando las consecuencias morales y espirituales de tal acción. Sirve como un recordatorio conmovedor de la importancia de la lealtad y la integridad en nuestra relación con Dios y con los demás. Este pasaje invita a los creyentes a reflexionar sobre la significación del sacrificio de Jesús y el llamado a permanecer fieles en sus propias vidas.