En este momento, un mensajero angelical se acerca a María con un saludo que marca el inicio de un evento fundamental en la fe cristiana: el anuncio del nacimiento de Jesús. Las palabras del ángel, "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo," transmiten un profundo sentido de selección divina y presencia. María es elegida para un propósito único y sagrado, destacando su estatus especial en el plan de Dios. Este saludo no solo se trata de honor, sino también de tranquilidad. La frase "El Señor es contigo" es un poderoso recordatorio de que la presencia de Dios acompaña a aquellos a quienes llama para cumplir Sus propósitos.
Para los cristianos, este pasaje subraya la idea de que Dios elige y equipa a las personas para roles específicos, brindándoles Su presencia y apoyo. Anima a los creyentes a abrazar sus propios llamados con fe, sabiendo que no están solos. El mensaje es uno de consuelo y empoderamiento, invitando a todos a reconocer el favor y la presencia de Dios en sus vidas, especialmente en momentos de incertidumbre o desafío.