En la antigua Israel, el sumo sacerdote vestía una prenda especial llamada pectoral, que formaba parte de la vestimenta sagrada diseñada para el servicio en el tabernáculo. Este pectoral no solo era decorativo, sino también funcional, ya que contenía el Urim y el Tumim. Estos objetos eran utilizados por el sacerdote para discernir la voluntad de Dios, sirviendo como un medio de comunicación divina. La colocación del Urim y el Tumim en el pectoral subraya la importancia de buscar la guía de Dios en todos los asuntos, especialmente aquellos que conciernen a la dirección espiritual y moral de la comunidad.
El papel del sumo sacerdote era actuar como intermediario entre Dios y el pueblo, y el pectoral simbolizaba su deber de llevar las preocupaciones de los israelitas ante Dios. Este pasaje recuerda a los creyentes la importancia del liderazgo espiritual y la necesidad de discernimiento en la toma de decisiones. Nos anima a buscar la sabiduría divina y a confiar en la guía de Dios, reconociendo que los líderes espirituales tienen un papel vital en ayudar a otros a conectar con la voluntad y el propósito de Dios.