Elifaz de Temán es el primero de los amigos de Job en responder a sus expresiones de angustia y desesperación. Su respuesta marca el inicio de una serie de diálogos que forman el núcleo del Libro de Job. Se le presenta como un hombre sabio de Temán, un lugar conocido por sus tradiciones de sabiduría. Elifaz se acerca a Job con la intención de ofrecer consuelo y comprensión, pero su perspectiva está profundamente arraigada en la creencia de que el sufrimiento es el resultado directo de un error personal. Esta visión tradicional de la justicia retributiva sugiere que si Job está sufriendo, debe haber pecado de alguna manera.
Los discursos de Elifaz son significativos porque reflejan una perspectiva teológica común de la época, que es desafiada por la insistencia de Job en su inocencia. Los diálogos entre Job y sus amigos exploran preguntas profundas sobre la naturaleza de Dios, las razones del sufrimiento humano y los límites de la comprensión humana. La respuesta inicial de Elifaz establece el tono para estas discusiones, destacando la tensión entre la sabiduría tradicional y la realidad de la experiencia de Job. Esta tensión invita a los lectores a reflexionar sobre su propia comprensión del sufrimiento y la justicia divina.