En este versículo, Dios se presenta como alguien que se levanta para actuar, similar a lo que hizo en eventos históricos en el monte Perazim y el valle de Gabaón. Estos lugares son significativos en la historia de Israel, donde Dios intervino poderosamente en favor de su pueblo. Los términos "obra extraña" y "tarea ajena" sugieren que los caminos de Dios pueden parecer inusuales o inesperados para nuestra comprensión humana. Esto nos recuerda que la sabiduría y los planes de Dios son más altos que los nuestros, y sus acciones, aunque a veces misteriosas, siempre son intencionadas y justas.
El contexto histórico del monte Perazim se refiere a una victoria sobre los filisteos, mientras que el valle de Gabaón evoca una intervención milagrosa donde Dios ayudó a Israel contra sus enemigos. Estos eventos ilustran la capacidad de Dios para actuar de maneras que desafían la lógica humana, enfatizando su soberanía y el cumplimiento de su voluntad divina. Se anima a los creyentes a confiar en el plan general de Dios, incluso cuando sus métodos parecen desconocidos o difíciles de comprender.