En este momento, Esther, quien ha alcanzado una posición de influencia como reina, sigue profundamente conectada con su familia y herencia. Su primo Mardoqueo, quien la crió, está en apuros, y la respuesta inmediata de Esther es comprender su situación. Al enviar a Hatach, un sirviente de confianza, busca cerrar la brecha entre su vida real y las luchas de su pueblo. Este acto de empatía y preocupación es fundamental, ya que prepara el escenario para las valientes acciones de Esther más adelante en la historia.
La consulta de Esther refleja su carácter: no está desconectada del sufrimiento que la rodea, a pesar de su posición privilegiada. Su disposición para investigar y entender la angustia de Mardoqueo muestra su naturaleza proactiva y compasiva. También destaca la importancia de utilizar la influencia y los recursos para abordar la injusticia y apoyar a quienes lo necesitan. Las acciones de Esther nos recuerdan que el verdadero liderazgo implica empatía y un compromiso con la justicia, animándonos a ser atentos y receptivos a las necesidades de los demás, sin importar nuestras circunstancias.