Amós, un profeta del reino del sur de Judá, entrega el mensaje de Dios a las naciones que rodean a Israel, incluida Gaza. La expresión "por tres pecados, y por el cuarto" es un modismo hebreo que indica una medida completa de pecados, sugiriendo que las faltas de Gaza han alcanzado un punto crítico. El crimen de Gaza de capturar y vender comunidades enteras a Edom refleja una profunda violación de la dignidad humana y de la justicia divina. Este acto de trata de personas no solo fue un crimen contra las víctimas, sino también un agravio a Dios, quien valora cada vida humana.
Este versículo forma parte de un patrón más amplio en Amós, donde Dios aborda los pecados de varias naciones, enfatizando su justicia universal. Nos recuerda que Dios está atento a las acciones de todos los pueblos, no solo de su nación elegida, Israel. El juicio pronunciado no es arbitrario, sino una respuesta a la persistente maldad. Este pasaje anima a los creyentes a reflexionar sobre la importancia de la justicia, la compasión y la responsabilidad de oponerse a la opresión en todas sus formas.