El versículo habla de la promesa de Dios de enviar a Jesús, el Mesías, a aquellos que están preparados para su regreso. Este es un mensaje de esperanza y anticipación, central en la fe cristiana. Jesús, quien fue designado por Dios, es el cumplimiento de las promesas de Dios y la esperanza de salvación para los creyentes. La expectativa de la segunda venida de Cristo es un llamado para que los cristianos vivan de una manera que refleje su fe y disposición para su regreso.
Esta anticipación no se trata solo de esperar pasivamente, sino de involucrarse activamente en vivir las enseñanzas de Jesús. Anima a los creyentes a encarnar los valores de amor, justicia y misericordia, sabiendo que Jesús vendrá para restaurar y renovar todas las cosas. El versículo asegura a los cristianos que el plan de Dios se está desarrollando y que Jesús, el ungido, regresará para completar la obra de redención. Esta promesa del regreso de Cristo es una fuente de consuelo y motivación, inspirando a los creyentes a mantenerse firmes en su fe y esperanzados por el futuro.