Ziba, un sirviente de la casa de Saúl, se acerca al rey David con regalos en un momento tumultuoso. David está huyendo de Jerusalén debido a la rebelión de su hijo Absalón. La provisión de Ziba de asnos, pan, fruta y vino es un gesto práctico y considerado destinado a ayudar a David y a sus seguidores. Los asnos proporcionan transporte, el pan y la fruta ofrecen alimento, y el vino sirve para refrescar a los cansados. Este acto de bondad es significativo ya que demuestra lealtad y apoyo a David en un momento vulnerable. Subraya el valor de la generosidad y la previsión al asistir a otros en tiempos difíciles. Las acciones de Ziba nos recuerdan que incluso en medio de pruebas personales o comunitarias, los actos de amabilidad y apoyo pueden tener un impacto profundo. No solo satisfacen necesidades físicas inmediatas, sino que también ofrecen apoyo emocional y moral, reforzando los lazos de comunidad y amistad. Esta historia nos anima a estar atentos a las necesidades de quienes nos rodean y a actuar con compasión y generosidad.
Y el rey dijo a Ziba: ¿Qué tienes tú aquí? Y Ziba respondió: He aquí, el asno está aparejado para la casa del rey, y hay provisiones y pan y vino.
2 Samuel 16:2
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