David y sus hombres están abrumados por el dolor al enterarse de las muertes de Saúl, Jonatán y muchos soldados de Israel. Su respuesta es de un profundo luto, que incluye llanto y ayuno hasta la tarde. Este periodo de duelo no solo es por las personas que han perdido, sino también por la tragedia más amplia que ha golpeado a la nación de Israel. Saúl, a pesar de su relación compleja con David, seguía siendo el rey ungido, y Jonatán era un amigo querido para David. Sus muertes simbolizan una pérdida significativa para la nación y para David en lo personal.
El acto de ayunar y llorar es una expresión tradicional de tristeza y respeto en la cultura israelita antigua. Sirve como una forma de honrar a los fallecidos y de procesar el duelo colectivo. Este momento también refleja el profundo sentido de comunidad entre David y sus hombres, ya que comparten juntos el proceso de luto. Nos recuerda la importancia de unirnos en tiempos de pérdida, apoyándonos mutuamente y reconociendo el dolor compartido que puede unirnos en nuestra humanidad.