En un tiempo de gran tensión política, Ptolomeo nombró a Nicanor, un asociado de confianza, para liderar un formidable ejército contra el pueblo judío. La fuerza estaba compuesta por veinte mil soldados de diversas naciones, lo que subraya la magnitud y seriedad de la amenaza. La misión no era solo una campaña militar, sino también una maniobra política, ya que Ptolomeo prometió un tributo significativo al rey, que ascendía a dos mil talentos, si Nicanor lograba su misión. Esta promesa indica las altas apuestas involucradas y las presiones externas sobre la nación judía.
El versículo refleja el contexto histórico de la lucha judía por la supervivencia frente a adversarios poderosos. Destaca los desafíos que enfrentaba la comunidad judía, que a menudo era blanco de ataques debido a su identidad y fe distintivas. A pesar de las abrumadoras probabilidades, la narrativa de 2 Macabeos enfatiza la resiliencia y el coraje del pueblo judío, que confiaba en su fe y unidad para resistir tales amenazas. Este pasaje sirve como un recordatorio del espíritu perdurable de aquellos que se mantienen firmes en sus creencias, incluso ante desafíos aparentemente insuperables.