Durante el reinado de Joacaz, Israel enfrentó grandes desafíos, ya que Hazael, el rey de Siria, los oprimía constantemente. Este periodo estuvo lleno de confrontaciones militares y presiones políticas, que pusieron a prueba la determinación y la fe de los israelitas. La opresión de Hazael es un recordatorio de las pruebas que pueden enfrentar las naciones y los individuos, pero también subraya la importancia de la perseverancia y la fe en las promesas de Dios.
A lo largo de la narrativa bíblica, estos periodos de dificultad a menudo son seguidos por intervenciones divinas o llamados a la penitencia y renovación. Este contexto histórico invita a los creyentes a reflexionar sobre sus propias vidas, reconociendo que, aunque surjan dificultades, no son sin propósito ni final. Es un llamado a confiar en la soberanía de Dios y a buscar Su guía y fortaleza para superar la adversidad. La historia de la resistencia de Israel bajo la opresión de Hazael es un testimonio de la esperanza y fe duraderas que los creyentes están llamados a encarnar.