Joram, hijo de Josafat, tuvo varios hermanos, cuyos nombres se enumeran en este versículo. Cada nombre tiene un significado especial, reflejando la herencia y el linaje de Josafat, quien fue un rey conocido por su devoción a Dios y sus esfuerzos por guiar a su pueblo en la rectitud. El versículo se refiere a Josafat como rey de Israel, lo cual puede entenderse en un sentido más amplio del reino unido, aunque históricamente fue el rey de Judá. Esta distinción es importante ya que resalta la unidad que existió bajo el gobierno de Josafat, a pesar de la posterior división en los reinos del norte y del sur.
La mención de los hermanos de Joram sirve como telón de fondo para los eventos que se desarrollarían en la narrativa, particularmente en relación con las acciones de Joram y su impacto en el reino. Se subraya la importancia de la familia y el linaje en el contexto bíblico, donde las acciones de un miembro podían influir en el destino de muchos. Este pasaje invita a reflexionar sobre la importancia del liderazgo, el legado y las responsabilidades que conlleva ser parte de una familia real en la historia bíblica.