En este versículo, se advierte a los filisteos sobre la importancia de no repetir los errores de los egipcios, quienes endurecieron sus corazones contra Dios durante la época de Moisés. Los egipcios, liderados por el faraón, se negaron a dejar ir a los israelitas, lo que resultó en severas plagas y sufrimiento hasta que finalmente cedieron. Los filisteos están enfrentando sus propios problemas debido a la presencia del Arca de la Alianza entre ellos, y se les aconseja que presten atención a las lecciones del pasado.
Este versículo subraya la importancia de ser receptivos a la voluntad de Dios y los peligros del orgullo y la obstinación. Destaca la futilidad de resistir la autoridad divina y la paz que proviene de alinearse con los propósitos de Dios. Al recordar los eventos históricos del Éxodo, el versículo sirve como un poderoso recordatorio de las consecuencias de ignorar las advertencias de Dios. Fomenta la humildad y la sabiduría para aprender de las experiencias pasadas, enfatizando que la verdadera libertad y paz provienen de la obediencia a la guía divina.