El reinado de Alejandro Magno fue un momento crucial en la historia, caracterizado por una rápida expansión y la difusión de la cultura griega a través de un vasto territorio. Su muerte inesperada, tras doce años de gobierno, dejó su imperio sin un sucesor claro, lo que llevó a su división entre sus generales, conocidos como los Diádocos. Esta fragmentación del poder influyó significativamente en el panorama político del antiguo Cercano Oriente y preparó el escenario para los eventos descritos en los libros de los Macabeos.
El versículo nos recuerda la naturaleza efímera del poder y la ambición humanas. A pesar de los extraordinarios logros de Alejandro y la inmensidad de su imperio, su reinado fue relativamente corto. Esto puede verse como una reflexión sobre la impermanencia del éxito mundano y la soberanía última de Dios sobre los asuntos humanos. Para los creyentes, subraya la importancia de confiar no en el poder temporal, sino en la naturaleza eterna e inmutable del reino de Dios. El contexto histórico proporcionado por este versículo nos ayuda a comprender el trasfondo en el que tuvo lugar la revuelta macabea, destacando las luchas por el poder e influencia que moldearon la lucha del pueblo judío por la libertad religiosa y política.